Pese a las dificultades en la cadena de suministro que se están produciendo durante los últimos meses los fabricantes de patinetes eléctricos afrontan la campaña de Black Friday y Navidad con optimismo, las ventas no paran de crecer y muchos de ellos esperan cerrar 2021 con un incremento de ventas de entre el 20% al 30% respecto al año anterior según nos han informado varias marcas.
Existen algunos motivos que están acelerando estos crecimientos a doble dígito sumados a todas las ventajas que ya hemos comentado anteriormente y que se vieron aceleradas por la pandemia.
La primera de ellas es la vuelta a la presencialidad en los entornos laborales que ha tenido la consecuencia que muchos profesionales, incluidos los funcionarios, han tenido que retornar a sus puestos de trabajo físico almenos unos días a la semana. Esa vuelta junto al miedo al uso del transporte público ha empujado a muchas personas a comprar un patinete eléctrico para volver a la oficina.
En muchas empresas se están dando facilidades para poder cargar de forma gratuita patinetes, monociclos o bicicletas,… y muchas personas están aprovechando ese beneficio para pasarse a la movilidad sostenible.
También los estudiantes han vuelto a la modalidad totalmente presencial en universidades, colegios, institutos y otros centros formativos. Muchos de estos estudiantes también se han pasado la bicicleta o patinete eléctrico.
El precio del diesel y de la gasolina y su imparable crecimiento está también teniendo sus consecuencias porque muchas personas ya no pueden afrontar pagar tanto del combustible de su automóvil y se están pasando a los VMPs. Además del incremento del precio de los carburantes, tenemos que afrontar la subida de precios de alimentos, electricidad, ocio,… y el poder adquisitivo de las personas está disminuyendo mucho en pocos meses. Tener un coche es algo que cada vez está al alcance de menos personas.
Además las ciudades se han hecho más amigables para bicicletas y patinetes y disponer de un coche cada vez tiene menos sentido debido a los altos costes que representa y al uso cada vez más residual en las grandes urbes.
Entre los jóvenes la propiedad de un coche cada vez tiene menos importancia y desde hace varios años el número de matriculados en las autoescuelas está descendiendo. Tener coche ya no está de moda como hace algunos años.
La vuelta de los turistas a las ciudades ha animado por fin el negocio de alquiler de bicicletas y patinetes, por ello muchas empresas dedicadas al alquiler se han decidido a comprar nuevas unidades animados por la gran demanda de unos turistas que también se abstienen del uso del transporte público para moverse en el interior de la ciudades.
La única noticia negativa es el incremento del precio de la luz y en consecuencia del coste de la recarga, pero el coste de mantenimiento de un patinete sigue siendo tan bajo que no supone un impedimento para que se sigan vendiendo muchas unidades.
Así que, si los chips lo permiten continuaremos viendo como crece el número de patinetes eléctricos y cada vez más personas los usan para moverse en pueblos y ciudades.
